Insuficiencia renal crónica en perros y gatos, un enemigo silencioso

Los riñones son los órganos encargados de limpiar el organismo, además de controlar el equilibrio entre el calcio y el fósforo y de intervenir en la formación de los glóbulos rojos de la sangre. Por sus funciones, es uno de los órganos más predispuestos a sufrir lesiones y que más se ven afectados por el envejecimiento. De hecho la insuficiencia renal se considera la tercera causa de mortalidad en perros y gatos, más frecuentemente en estos últimos.

¿Cómo se desarrolla una insuficiencia renal en los perros o en los gatos?

La insuficiencia renal es el estado en el que los riñones son incapaces de cumplir su función de eliminación de sustancias de desecho del organismo. Se caracteriza por un deterioro de todas las funciones renales consecuencia de una pérdida progresiva e irreversible del número de nefronas (células encargadas de filtrar la sangre para eliminar las sustancias no deseadas) evolucionando a la destrucción del tejido del riñón.

Al principio se produce una pérdida de nefronas funcionales, pero se mantiene la función renal global porque las nefronas que aún funcionan aumentan su capacidad de filtración , es lo que llamamos Insuficiencia Renal compensada. En esta fase no hay prácticamente sintomatología aunque laboratorialmente y a ojos del veterinario, es posible detectar el problema. De ahí la importancia de las revisiones geriátricas 1 o 2 veces al año.

A la larga, el incremento de la filtración causa una sobrecarga en las nefronas supervivientes lleva a un progresivo deterioro de las mismas, produciéndose entonces una Insuficiencia Renal descompensada apareciendo la sintomatología propia de la enfermedad. Cuando ya no existe ninguna capacidad de compensación estaremos ante un fracaso renal o Insuficiencia Renal terminal.

Los riñones excretan una gran variedad de sustancias, siendo las más conocidas la urea y la creatinina. La concentración sanguínea de estas sustancias comienza a aumentar desde el principio del proceso, incrementándose progresivamente a medida que la función renal continúa disminuyendo. Su retención es la causa de la aparición de signos clínicos, denominados síndrome urémico, lo cual suele suceder cuando la función renal disminuye más de un 75%. Por eso decimos que es un enemigo silencioso porque su sintomatología no es evidente hasta que una gran parte de los riñones se encuentran lesionados.

¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia renal?

Las manifestaciones más frecuentes que se pueden apreciar en un gato o un perro con insuficiencia renal son:

  • Anorexia
  • Polidipsia y poliuria, es decir, beben y orinan mucho, aunque la orina es muy diluida, casi sin color
  • Gastritis y/o estomatitis (inflamación de encías), frecuentemente con úlceras sangrantes,
  • Vómitos por las toxinas urémicas
  • Pérdida de peso y malnutrición debidas a los vómitos y la anorexia
  • Hipertensión arterial
  • Anemia
  • Además de estos síntomas pueden aparecer alteraciones en la coagulación, disminución de las defensas, atrofia muscular progresiva, síntomas neurológicos,….

Insuficiencia renal

¿Cómo se puede tratar la insuficiencia renal en nuestra mascota?

Una vez que aparecen los síntomas el pronóstico a largo plazo no es bueno. No podemos curar las lesiones irreversibles de los riñones, pero sí sus consecuencias y frenar la progresión de la enfermedad renal. Para ello es fundamental, además de la medicación para controlar los síntomas, mantener una buena hidratación de nuestra mascota y, sobre todo, una correcta alimentación que reduzca el esfuerzo renal. Con la dieta conseguiremos ralentizar el progreso de la enfermedad y dar a nuestros amigos una mayor CALIDAD Y CANTIDAD DE VIDA.

Por tanto, tan pronto como se diagnostique la enfermedad debemos comenzar el apoyo dietético ya que es imprescindible para retrasar la progresión de las lesiones cuanto sea posible. Básicamente la dieta de nuestro animal debe aportar una cantidad adecuada de proteínas de alta calidad y muy digestibles, al tiempo que hay que reducir el aporte de sodio (sal) y fósforo pero siempre garantizando los requerimientos de energía para su vida diaria. Además es necesaria una suplementación algunas vitaminas del grupo B y de vitamina K; teniendo cuidado con no aumentar la vitamina D y mucho menos la A. Conseguir este aporte calórico y el equilibrio correcto entre los nutrientes con dietas caseras es prácticamente inviable y muy caro; es por ello que lo ideal es recurrir a dietas comerciales, prescritas por el veterinario, adaptadas a la enfermedad de nuestra mascota teniendo en cuenta su especie y tamaño.

La menor cantidad de sal de estas dietas las hace menos palatables, es decir, poco sabrosas, sin embargo las dietas de Josera HELP RENAL para perros y Josera HELP RENAL para gatos incorporan ingredientes naturales que compensan este efecto y las hace muy atrayentes para nuestros perros y gatos sin descuidar sus necesidades. En Josera HELP no se olvidan de que la peor dieta de todas es, sin ninguna duda, la que no es ingerida; si a la anorexia y malestar gastrointestinal de una mascota con insuficiencia renal le añadimos la falta de alimentación por una dieta no palatable, está clarísimo que en vez de mejorar su calidad de vida estamos prolongando su agonía y la de su propietario.

Insuficiencia renal en gatos

Sea cual sea el tipo de alimentación siempre debe hacerse un cambio gradual, la famosa “regla de los 10 días”* En estos casos hay que ser muy estrictos con el cambio gradual ya que el animal puede notar la falta de proteínas o bien le podemos provocar un descenso de sodio (sal) demasiado brusco para el organismo.

Es importantísima la ingesta de agua, para mantener la hidratación y evitar el empeoramiento de la función renal. Aparte de la presencia constante de agua, si el animal no la ingiere en cantidad suficiente podemos dar agua con el alimento o bien, en otro recipiente separado ofrecer una bebida más sabrosa como agua con una cucharadita de concentrado de carne, caldo sin sal o hervir agua con un ajo frito. Pero jamás dar leche y sin dejar de ofrecer agua limpia en otro bebedero.

*Regla de los 10 días:

¾ dieta anterior + ¼ nueva dieta durante 3 días

½ dieta anterior + ½ nueva dieta durante 4 días

¼ dieta anterior + ¾ nueva dieta durante 3 días

Autor: Eva Molist Fernandez, veterinaria de Animalvit

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